Hay que ser muy valiente o loco para querer robar o traicionar a un narcotraficante, pero existe un cubano que, a pesar de la advertencia, lo hizo. Se trata de Nelson “Tony” Yester, un fugitivo internacional, quien a mediados de los 90 le robó 10 millones de dólares al peligroso y sanguinario Cartel de Cali.
En ese tiempo, Yester ya era un conocido mafioso que traficaba drogas y que había trabajado directamente para Pablo Escobar. En 1997, junto al ucraniano Ludwing “Tarzán” Fainberg y al playboy Juan Almeida consiguió cerrar un acuerdo para comprar un submarino nuclear soviético para vendérselo al Cartel de Cali en 35 millones de dólares, según cuenta el documental “Operación Odessa” de Netflix.
Cuando el acuerdo con los rusos estaba listo, Yester coordinó con los narcotraficantes para que el pago se hiciera en tres partes. El primero iba a ser de 10 millones, el cual él debía retirar en Francia.
El cubano viajó hasta París donde recogió dos bolsas con dinero. Acto seguido, en vez de a Moscú para comprar el submarino, Yester tomó el dinero y huyó a Amsterdam, donde se escondió por 2 semanas en la casa de un conocido. Sabía que sus “amigos” colombianos lo iban a estar buscando.
En un momento Juan Almeida, se contactó con él y le advirtió que el cartel estaba tras sus pasos, y que tenían a un sicario para matarlo. Sin embargo, haciendo caso omiso a la advertencia de su socio, el cubano contactó al Cartel de Cali para ver si podía tener los 20 millones que faltaban.
Quedaron de juntarse en la estación de Atocha, en Madrid. Ahí Yester comprobó sus sospechas: lo estaban esperando para asesinarlo, por lo que se escabulló y logró huir del lugar. Horas después lo contactaron para saber qué había pasado con él.
“Mira hermano, perdiste tu oportunidad. Ya me he ido. Te veo luego”, le dijo a los del Cartel de Cali. Pero eso no fue todo, ya que tuvo la desfachatez de reconocer que les había robado 10 millones de dólares.
“Por favor, salúdame a los muchachos y diles que les saqué 10 millones de dólares y que se vayan a la mierd…”, dice en el documental de Netflix.
Para agregar, Yester explica que nunca pensó que se iba a demorar tan poco tiempo en gastar todo el dinero, dejando en claro que ya no tenía nada del botín.
“Cuando tienes 10 millones de dólares, una de las cosas que averiguas, es que se ven como unos jodidos 10 millones de dólares. Es un montón de papeles, son muchos papeles. Gracias Cartel de Cali, esto se ve genial”, dice
Actualmente el paradero de Yester es desconocido y sus enemigos del cartel de Cali lo tienen sin cuidado, ya que como él mismo dijo: “están todos muertos”.
Fotos: Captura de video/Shutterstock