Lo más emocionante de “The Force Awakens” es que pasaron 30 años de verdad. 30 desde su antecesora cronológica, “The Return of the Jedi”, y 30 entre ésa y ésta. O sea, esperamos literales tres décadas para ver la continuación. Estábamos todos más viejos. Ellos, Leia, Han, Luke, y nosotros. O sea, estábamos siendo parte de la historia más que nunca.
Y aunque para muchos no fue lo que se esperaba –hay algunos que nunca quedarán conformes hasta que Darth Vader salga de la pantalla y los apunte con su sable de luz-, para mi, volver a sentir la ansiedad, fue lindo. Lo mismo que me pasa ahora.
Escena favorita: no debería, pero sí. La muerte de Han a manos de Kylo es un antes y un después. Era un sacrificio demasiado grande. O sea, Luke tuvo la oportunidad y no lo hizo. Kylo si lo hizo. Eso lo pone como “malo entre los malos”.