La muerte de Jonghyun, voz principal de la exitosa banda de k-pop SHINee, reveló las fuertes presiones que reciben los músicos surcoreanos al entrar a la industria del entretenimiento.
— SHINee (@SHINee) December 19, 2017
La depresión, tema tabú en el país asiático, fue la enfermedad que finalmente terminó con la vida del músico de 27 años, quien en sus últimas palabras lo dejó bastante claro: "La depresión ha ido comiéndome lentamente hasta que finalmente me devoró y no la pude derrotar".
Tal como esa enfermedad, tampoco pueden mostrar debilidad, consumo de alcohol, drogas ni salidas con sus parejas. Impensado decir que requieren de un tiempo libre. Todo lo anterior puede resultar en la cancelación de un contrato.
Eso sí, aquella presión no viene solo por parte de las compañías musicales, ya que es la misma sociedad de Corea del Sur la que mira con malos ojos todos estos comportamientos, reflejo de la potente corriente conservadora de aquel país.
En la misma carta, Jonghyun relata que un doctor culpó a su personalidad por la nula capacidad de poder salir de la depresión: "Quizá no se suponía que tenía que salir al mundo. Quizá no se suponía que tenía que ser conocido por el mundo".
Park Bom, integrante de 2NE1, sufrió esto en carne propia al dar a conocer que consumía antidepresivos. Posteriormente la prensa la trataría casi de "drogadicta", teniendo que salir el CEO de la empresa detrás de la agrupación para "aclarar" la situación.
Además, no es algo que enfrenten solo al llegar al estrellato junto a alguna de las bandas grupales que se arman en aquel país, sino que parte en el proceso de reclutamiento de talentos cuando aún son adolescentes.
Allí, los jóvenes son sometidos a años de entrenamientos, competencias y control de cada aspecto de su vida: Desde el "camino musical" que tomarán, dieta, elección de vestuario e incluso el tipo de celular que usarán. Todo está sujero a las manos de las empresas que los controlan.
Tema aparte es el de la apariencia personal, en donde las cirugías plásticas son cosa de todos los días con tal de ser parte de una de los grupos de moda de aquel país.
Lamentablemente, el caso de Jonghyun no es aislado. Uno de los primeros conocidos fue el de Seo Ji-won, quien se suicidó en 1996 cuando solo tenía 19 años.
Allí, Park expresó su preocupación por el explosivo salto a la fama que tuvo con su álbum debut, el que dejó la vara muy alta para el disco siguiente que comenzó a grabar inmediatamente terminado el primero.
O el de Jang Ja-yeon, joven que se quitó la vida acusando haber sido forzada a realizar actos sexuales a patrocinadores y otras personas que la "ayudarían" a tener buenos papeles en televisión y cine.
En otro caso, una persona cercana a la actriz Jeong Da-bin, quien se suicidó hace ya 10 años, le dijo a la policía que ella se sentía deprimida por la falta de trabajo y los constantes ataques que sufría respecto a su apariencia.
Hasta el de la muerte de U;Nee, también ocurrido en el 2007, quien no pudo soportar la presión de los comentarios en medios de comunicación e internet por su "comportamiento sexual".
Si bien los motivos puntuales de Jonghyun no han sido revelados -o quizá nunca se sepan-, está claro que responden a la misma lógica de una presión mediática y social ante jóvenes músicos sin ningún tipo de apoyo.