Keith Davison estuvo junto a Evy Davison por 66 años hasta que lamentablemente el cáncer se la llevó. Tras el fallecimiento de su esposa, este abuelo de 94 años se encontró de un día para otro solo en su enorme casa en Minessota, Estados Unidos.
Sus hijos ya son grandes y viven lejos, por lo que les era muy difícil visitarlo con regularidad. El abrumador silencio de su enorme hogar y ver los recuerdos de su esposa lo terminaron sumiendo en una profunda tristeza.
Como una forma de terminar con esta pena, decidió construir una piscina en el patio de su casa para todos los niños del vecindario. Primero consultó con los padres de la cuadra, quienes no dudaron en aprobar su idea.
“Esta primavera cuando lo vi marcando el patio, le dije a mi esposo: “realmente va a construir una piscina en su patio”, dijo Jessica Huebner, una agradecida vecina del vecindario.
Tras meses de construcción, la flamante piscina estuvo lista en junio de este año, siendo la atracción de todo el barrio.
“Se podría decir que ha adoptado a todos los niños del barrio”, reveló uno de sus vecinos, quienes agradecen el gesto del anciano. La única condición que puso Keith es que uno de los dos padres o abuelos de los niños deben estar presentes.