Los perros son, sin duda, una de las mascotas más adorables en la Tierra, por eso los humanos nos encariñamos tanto con ellos a tal punto, que sentimos más empatía con ellos que con otras personas.
Hace un par de años la organización Harrison's Fund realizó un experimento en el que pedían la donación de 5 libras para salvar a "Harrison" de la muerte.
En un afiche estaba la foto de Harrison, un niño, mientras que en el otro aparecía un perro. La campaña para salvar a la mascota de la muerte fue la que recaudó más fondos.
Ahora los investigadores de Northeastern University de Boston, Jack Levin y Arnold Arluke reafirmaron esta teoría con un nuevo estudio y entregaron la razón de por qué se presenta esta particular situación, según informa The Times.
Esta vez, los académicos reunieron a 240 participantes a quienes les entregaron cuatro informes de noticias falsas, donde se relataba una misma agresión pero con diferentes víctimas: un bebé, un adulto, un cachorro y un perro adulto.
A cada participante se le pidió que expresara sus emociones sobre cada historia, siendo la del cachorro la que más empatía generó. "Los encuestados estaban significativamente menos angustiados cuando los humanos adultos fueron víctimas, en comparación con los bebés humanos, cachorros y perros adultos. Solo en relación con la víctima infantil, el perro adulto recibió puntuaciones más bajas de empatía", describieron los investigadores.
La investigación llegó a la conclusión que las personas ven a los perros como una persona más de su familia y crean lazos sentimentales con ellos. "Los sujetos no vieron a sus perros como animales, sino más bien como 'bebés de pieles', o miembros de la familia junto a niños humanos", explicaron los académicos.