Fue mientras hacía su revisión diaria de Instagram, que la rusa Yulia Agranovych encontró una foto que le llamó fuertemente la atención. Era una imagen subida por una mujer, con la que tenía varios seguidores en común, que mostraba un paisaje familiar: la vista de la ciudad desde su propia casa.
Entones revisó las demás fotos de la cuenta de la extraña, de nombre Vlada, y halló otras fotos de su hogar. Y confirmó sus temores cuando se encontró con instantáneas en las que la mujer aparecía con su marido.
"No estaba buscando algo en particular, era una mañana normal", dijo Agranovych, quien trabajó como modelo antes de titularse como dentista.
Al enterarse de esto, la rusa confrontó a su marido y a Vlada, a quien le envió por Instagram un mensaje muy directo: "Linda vista desde la habitación de mi esposo".
El hombre negó las acusaciones, argumentando que la extraña era la novia de un amigo que los había visitado, pero la propia amante confirmó la infidelidad en sus redes sociales. "Ella es su esposa, no la mía, ¿cuál es el problema?", publicó Vlada.
Luego de esto el hombre no tuvo más remedio que reconocer las acusaciones y confesó que no solo había sido infiel con Vlada, sino que también con otras mujeres, a las que llevaba a su casa cuando su esposa estaba de viaje, publica Daily Mail.
Yulia tomo la decisión de divorciarse de su marido y agradeció el hecho de descubrir las infidelidades antes de tener hijos.
