Si bien la de este jueves (21:00, en Blondie) no será la primera vez que venga a Chile, es seguro decir que sí será la primera vez en la que podremos ver a DIIV al 100% de sus capacidades.
Luego de anunciar su debut para 2013, la banda tuvo que cancelar no sólo la fecha chilena, sino varias más por serios problemas con la ley relativos a drogas de algunos de sus integrantes, especialmente de su líder, Zachary Cole Smith.
Dos años después, la banda al fin pisó suelo chileno, para el festival Fauna Primavera, pero el momento era tan problemático que la presentación no fue como esperábamos y la banda tiene vagos recuerdos de ella. Incluso tuve la oportunidad de entrevistarlos minutos después de bajarse del escenario, y la incapacidad de hilar frases era evidente.
Hoy, después de entrar a rehabilitación en febrero y mantenerse en un intenso tratamiento de 6 meses, Cole Smith es un hombre nuevo. Recuperó las ganas de volver a tocar y hacer música, al mismo tiempo que ha tenido la autocrítica para hablar de errores pasados, incluyendo su tormentosa relación con la actriz y cantante Sky Ferreira. Ahora habla con lucidez de su pasado y de cómo se proyecta para el futuro.
Ahora podremos verlos con energías frescas y concentrados en lo que mejor saben hacer. Sobre eso, los mitos en torno a las drogas, su amor por Elliott Smith y por el juego de cartas Magic conversamos con él a días de su visita.
Rock&Pop: Primero que todo, me gustaría hablar sobre tu "historia" de venidas a Chile. Primero, una fallida en 2013 y luego el festival Fauna Primavera de 2015. ¿Qué recuerdos tienes de eso?
Zachary Cole Smith: Uf, amigo. Es divertido porque la verdad es que esas dos giras que dices son como un gran recuerdo borroso para mí. Lo que sí me acuerdo es que Santiago quedaba muy lejos, y que era muy bonito, y que tenía montañas. Y que habían muchos perros.
R&P: Jaja sí, en las calles.
ZCS: Jajaja, sí. Muchos en todas partes.
R&P: Y el lugar del festival era también alejado de la ciudad, rodeado de montañas. ¿Te acuerdas de eso?
ZCS: Mmm, vagamente. Creo que sí.
R&P: Bueno, y ahora vienen a hacer un show propio. Tocan en un lugar más pequeño, más cerca de todos. Y gente que los va a ver sólo a ustedes. ¿Hace alguna diferencia para ustedes que sea así esta vez?
ZCS: La verdad es que no me gusta mucho todo eso de los festivales. Lo encuentro algo impersonal. Al final no puedes conocer a mucha gente. Nuestros shows en solitario son siempre mucho más divertidos y fieles a nuestro espíritu.
R&P: Sí, y es algo que ha pasado también con bandas relativas a ustedes en ese formato, como Beach Fossils o Real Estate. ¿Será que esa música funciona mejor en lugares cerrados y más cercanos al público?
ZCS: Sí, así lo creo. Tocar un festival de día es raro para nosotros. Partimos en Nueva York tocando básicamente en subterráneos y hay algo muy propio de la banda que se traduce mejor de esa forma más íntima. Hay mucha más energía así. Nos resulta más fácil crear una atmósfera y que esa energía circule por el espacio. En los festivales se suele dispersar.
R&P: Es algo así como un mall de la música, ¿no? Vas a un show, ves 10 minutos, después vas al siguiente y así.
ZCS: Jajaja, ¡sí! Es exactamente así. Es como hacer zapping en la tele.
R&P: También es importante hablar del contexto de esta venida, que es muy distinto a la de 2015. Es inevitable hablar de eso, porque eras una persona distinta, la banda estaba una posición distinta. Entonces no sólo cambia verlos en un lugar cerrado. Verlos ahora debe ser una experiencia muy distinta, ¿no?
ZCS: Lo es, sí. Salir de gira se ha hecho mucho más fácil de soportar. Absolutamente.
R&P: ¿Cómo ha sido volver después de la pausa para entrar a rehabilitación que tuviste que hacer a principios de año? ¿Recuperaste las ganas de salir a tocar?
ZCS: Definitivamente, sí. Es una experiencia que te cambia la vida. Es un viaje muy largo y empiezas a apreciar las cosas que son únicas de tu vida. Me siento mucho más afortunado ahora de tener la posibilidad de ir por el mundo tocándole mi música a la gente.
R&P: El tema es delicado, porque cuando uno lee sobre su música, el tema de las adicciones es común y se da casi por hecho, como si fuera normal, pero se trata muy superficialmente. Es difícil entender realmente cómo es. ¿Te parece importante hablar de eso una vez que sales para ayudar a gente que esté pasando por lo mismo?
ZCS: Sí, lo es. Y creo que hay una tendencia en esta época de ser un poco más público con tus propias batallas y problemas. La gente es más valiente ahora para hablar de sus experiencias con lo que sea que esté batallando.
Yo tenía ganas de ser más honesto, porque hay una especie de mitología en torno a los músicos con problemas con drogas, que hace parecer como si fuera algo que te ayuda a escribir música o algo así, pero no lo es. Es un mito. Pero no sé cómo más ser aparte de ser honesto. Nunca he sido bueno para proyectar una imagen de mí mismo. Cuando todo salió a la luz, en el 2014, no me quedó otra opción.
R&P: Además vivimos en una época en la que, no sólo para los artistas, también para la gente normal es importante mostrarse de cierta forma a través de las redes sociales.
ZCS: Sí, se entra en esta especie de culto a la persona. He visto gente que vive refugiada en esta burbuja en la que sólo se piensa en uno mismo, en vez de relacionarse con las cosas normales que pasan a tu alrededor. No lo sé, incluso ahora en el 2017 parece un mundo muy distinto a cuando partimos nosotros, en el 2012.
R&P: ¿Cómo te sientes, ya rehabilitado, volviendo a tocar estas canciones escritas en períodos tan difíciles? ¿No se te hace difícil?
No. Eso es algo que, cuando hago canciones, siempre pienso. Me gusta escribir canciones y letras de cosas que quiero cantar, porque es raro tocar lo mismo todos los días. Entonces si no lo sientes se vuelve falso. No es como que me gatille algo el cantar sobre drogas o algo que me haya pasado. Todo es parte de mi experiencia. Por suerte soy muy consciente de eso a la hora de escribir.
R&P: Debe ser parte del proceso también, eso de revivir esos momentos y que no gatille nada.
ZCS: Sí, claro. Lo que pasa es que se recontextualiza todo. No sólo las canciones, también los discos, los lugares, la gente. Todo va cobrando un significado distinto. Es una batalla diaria, de ver cómo haces encajar lo que puede encajar y cómo puedes dejar afuera lo que no.
R&P: Zach, me interesa mucho también todo lo que ha aparecido el nombre de Elliott Smith en entrevistas que has dado. ¿Cómo te ha influenciado, tanto como compositor y como persona? Les veo algo en común de entrada: si sacas las letras, te encuentras con música muy bonita, que parece esconder el dolor.
ZCS: Bueno, muchas gracias. Lo que me pasa con Elliott Smith es que soy muy fanático, entonces me cuesta mucho no hablar de él. Creo que, en general, somos compositores completamente distintos. Él viene de una corriente más cercana a Paul McCartney, que son capaces de hacer cosas maravillosas y son muy virtuosos y expertos en música.
Yo no, sólo escribo las cosas que puedo porque tengo mis limitaciones. Él me ha enseñado muchas cosas, grandes y chicas, sobre cómo aproximarse a la música en general. Una es como trabaja las pistas de voz y guitarra, con el paneo en estéreo en los dos lados. O cómo graba en general.
R&P: ¿También grabas varias capas de tu voz?
ZCS: Oh, seguro. Grabo muchas capas de muchas cosas. Y la forma en cómo se desenvuelve todo eso en el campo estéreo es algo en lo que me fijo mucho. Y luego hay otra cosa. Algo más general: obviamente se habla mucho de Elliott Smith por su fuerte adicción a las drogas, por haberse supuestamente suicidado y todo eso, pero alguien me contó que esos primeros discos, y esas canciones brutales como "Needle in the Hay", las escribió mucho antes de empezar a drogarse.
Eran sólo observaciones de gente que veía en la calle o conocía, que le servían para escribir historias que no eran necesariamente autobiográficas. Para mí eso fue una lección enorme. Me hizo pensar que no tienes que pasar por algo para escribir sobre ello.
R&P: ¿Y ya has empezado a visualizar el nuevo disco de DIIV? Imagino la inspiración que puede venir de esta nueva etapa en tu vida.
ZCS: Sí, la verdad es que estoy siempre escribiendo. El último disco lo escribí en un período de tiempo más o menos largo y comencé a armarlo después, así que te diría que estoy en esa etapa de escribir cosas al azar más que de armarlo. Obviamente tengo ideas, pero todavía no sé qué tendré entre manos cuando haya decidido que terminé de hacerlo.
R&P: ¿Se han colado nuevas influencias en lo que estás escribiendo?
ZCS: Oh, sí. Definitivamente. He estado escuchando mucho a esta banda Low.
R&P: Es muy bueno su último disco.
ZCS: Sí, hacen discos realmente increíbles. También hay una banda de Austin, True Widow, que he estado escuchando mucho.
R&P: ¿Podemos suponer entonces que no van a haber canciones nuevas en el show de Santiago, entonces, más allá de uno que otro cover?
ZCS: De hecho hay una canción nueva que hemos estado tocando en vivo. Venimos llegando de China, la tocamos ahí. Entonces yo creo que la tocaremos allá también y quizás un par de covers, sí.
R&P: Tengo una pregunta fuera de la música. ¿Es verdad que has estado ocupando tu tiempo libre en andar en skate y jugar Magic: The Gathering?
ZCS: Sí, he estado jugando mucho Magic y ha sido genial, porque me ha permito hablar con gente fuera de mi mundo con la que probablemente nunca hubiese hablado antes. He hecho muy buenos amigos. Es un juego súper interesante porque hay mucho que pensar.
Y también he andado mucho en skate, aunque tengo mi tabla en Nueva York entonces el último par de semanas no he podido hacerlo, pero sí he estado en algunos campeonatos de Magic. Definitivamente llevaremos nuestras cartas a Chile.