Desde los inicios de su carrera, Pink no ha ocultado su fanatismo y admiración por Eminem. Y es que la artista, en 2012, reconoció en una entrevista que piensa que el rapero es "una de las personas más poéticas, divertidas y con más cojones que he visto en esta industria".
Sin embargo, pese a que Pink es una consagrada estrella pop, lo cierto es que en algunas ocasiones posee las mismas inseguridades que puede tener una persona común y corriente.
¿El motivo? Todo comenzó cuando Pink decidió contactar a Eminem para que hiciera una colaboración con ella. Para esto, se armó de valor y optó por beber mucho vino.
"Le ataqué por sorpresa. Max Martin (compositor y productor) y yo empezamos a hacer Revenge y escribí ese rap. Estábamos bebiendo mucho vino y cuando llegué a casa pensé que tomar más vino sería una buena idea", precisó.
En esa línea, agregó que "le mandé un mail a Eminem. Es por esto que lo llaman coraje líquido. Le dije, 'sabes que te quiero. Me gusta que trabajemos con mucha gente en común, como Rihanna. Ella está más buena, pero yo soy más graciosa. Así que voy a por un Grammy de rap y me gustaría que lo hiciéramos juntos".
El correo contenía más frases apasionadas. No obstante, el rapero solo contestó "Okey".
A los cuatro días, Eminem le respondió enviándole el tema grabado.
"Le escribí otra vez, estaba como '¡Esto es lo mejor que he escuchado en mi vida! ¡Quiero saltarte encima y frotar tu cara! Me respondió diciendo solo "Okey", otra vez", explicó.
La anécdota dio que hablar rápidamente en las redes sociales y varios usuarios se sintieron totalmente identificados con la cantante. ¿A quién no le ha pasado?