En junio pasado, Zoiey Smale vivió uno de los días más felices de su vida, luego de que fuera coronada como Miss Reino Unido 2017. Sin embargo, a dos meses de su elogiado triunfo, decidió renunciar a la corona, luego que la organización le hiciera una ridícula exigencia.
La joven de 28 años se estaba preparando para competir en el certamen internacional Miss Continentes Unidos, cuya final de celebra en Ecuador en septiembre, cuando le dijeron que era necesario que bajara de peso, a pesar de que su estatura es de 1,80, pesa 70 kilogramos y viste una talla 38.
"No estoy gorda en absoluto, estoy en la media. ¿Cómo me piden que pierda todo el peso posible para la competición? Es horrible, me han hecho sentirme una basura durante este tiempo", dijo muy molesta al diario británico Daily Mail.
Aunque fue en julio cuando la organización le comunicó que debería adelgazar, Smale se decidió a contarlo recién ahora, porque necesitó un tiempo para reflexionar y tomar la decisión: "Mi reputación es muy importante para mí, he trabajado duro para conseguir una buena reputación en todos los aspectos de mi vida. Estaba tan enfadada que decidí tomarte un tiempo", explicó.
La modelo aseguró que decidió devolver la corona porque no está dispuesta a apoyar una competición que daña a las mujeres diciéndoles que están gordas y además pretende aumentar la conciencia respeto a este tipo de prácticas en el mundo de los concursos de belleza.
"No son certámenes reales, ellos están dañando a jóvenes y niñas diciéndoles que están gordas. Hace 10 años me hubiese tomado eso completamente en serio", añadió.
Después comentó que "cuando era más joven, tuve un severo problema de desórdenes alimenticios y los certámenes me ayudaron a recuperar mi confianza. El que me digan que debo perder peso es darle una connotación negativa. No iba a dejar que alguien me tratara de esa forma".