El nuevo iPhone X ya fue presentado. Entre sus características está no tener bordes en su pantalla, ya no tiene el botón "Home" y posee una nueva tecnología llamada "Face ID".
Esta nueva función hace que el teléfono tenga una serie de sensores en la parte superior del móvil que rastrean el rostro del usuario y la posición de los ojos, identificando si se trata de la persona correcta o no, indica Fayerwayer.
Pero como en toda presentación de un gran producto, puede haber algo que sale mal. Es el llamado "Efecto demo". Craig Federighi, vicepresidente de ingeniería de programas de Apple, realizaba la demostración de la nueva función del aparato, cuando este falló.
"Desbloquear el teléfono es tan fácil como mirar el teléfono y deslizar la pantalla hacia arriba...", decía Federighi mientras mostraba su uso.
Tras unos vergonzosos instantes, el vocero de Apple puso en reposo el teléfono y tuvo que recurrir al móvil de respaldo para mostrar que la función opera correctamente. El "Face ID" falló y se transformó en el comidillo de todos.
La compañía salió a dar una explicación oficial, diciendo que el aparato no tenía configurada la cara de Federighi, así que no se trataba de un error tecnológico sino más bien, humano.
Mira el incómodo momento acá.