Mark Ronson, productor a cargo del nuevo álbum de Queens of the Stone Age, tuvo que tomar una dura decisión durante una de las sesiones: Echar a Dave Grohl por estar ebrio.
Esto ocurrió en United Recording Studios de Los Angeles, en donde Grohl compartia con la banda de Josh Homme debido a la cercanía con su propio estudio, algo que fue interrumpido por Ronson al ver que algo más podía pasar.
Según explicó el propio Homme, esto ocurrió en un momento en el que tenía problemas con parte de una canción: "No lo vi, debido a que estaba peleando con un cocodrilo, pero en este caso Ronson es el tipo nuevo, es muy dulce y me estaba protegiendo. Quizá en su propia mente también estaba protegiendo a Dave".
A pesar de aquel incidente, la relación entre todos quedó intacta, compartiendo mutuamente adelantos de sus próximas producciones; Villains y Concrete and Gold.