En Pennsylvania, Estados Unidos existe una ciudad digna de la mejor película apocalíptica, se trata de Centralia, una localidad cuyos puntos de acceso están bloqueados para evitar el paso de los curiosos que en sus vehículos llegan a la zona. Este lugar está marcado por la densa vegetación que esconde casas, edificios e infraestructura abandonada y deteriorada con el pasar de los años.
En 1980 esta ciudad poseía más de 1.000 habitantes, quienes debieron abandonar sus hogares y toda la vida que llevaban a cabo en la zona debido a un incendio que pasados 55 años aún no se logra apagar. Pero a simple vista la tranquilidad es parte del silencioso paisaje y no se logra apreciar el peligro de las llamas, esto debido a que el fuego se encuentra ardiendo bajo la ciudad.
Según consigna el portal Gizmodo, corría el año 1962 momento en que Centralia vivía un declive económico debido al cierre de varias minas, rubro en el que esta ciudad basaba su desarrollo. Durante una lamentable jornada un grupo de trabajadores se dispusieron a la quema de basura al interior de una mina abandonada, la que en ese instante era utilizada como el vertedero de la población. Esta acción que era común en dicha época se salió de las manos de quienes la ejecutaban, ya que el fuego llegó hasta una beta expuesta de carbón intracita, lo que desencadenó un dantesco incendio.
Si bien los bomberos locales lograron sofocar las llamas en el exterior del yacimiento, el fuego comenzó a expandirse bajo la tierra que sostenía la ciudad, alcanzando nuevas minas de carbón, lo que avivó mucho más el siniestro. A partir de esto desde el departamento de Medio Ambiente de Pennsylvania comenzó a realizar agujeros en la tierra para conocer la magnitud de este desastre, pero esto solo contribuyó a que el incendio incrementara su poderío.
Con el pasar de los años los esfuerzos realizados por las autoridades de la zona fueron variados y exhaustivos, incluyendo el "enjuagar" las minas de carbón con agua, lo que al igual que las otras medidas adoptadas no tuvieron éxito.
A pesar de los múltiples esfuerzos por décadas, los que tuvieron un alto valor económico que se traduce en 7 millones de dólares, como forma de conservar la seguridad de los habitantes se llevó a cabo la inversión de 42 millones de la divisa norteamericana con la finalidad de reubicar a las personas afectadas por este desastre.
En la actualidad la ciudad que en algún momento presentaba grandes instalaciones e infraestructura se ha transformado en un pueblo fantasma que cuenta con 7 habitantes que se niegan a dejar sus hogares.
Según han manifestado expertos en la materia el grave incendio que afecta a Centralia está muy lejos de ser extinguido, ya que debido a la alta suma de carbón en los yacimientos subterráneos el fuego tiene el combustible suficiente para arder por los próximos 250 años.
