Si bien no es necesario ducharse todos los días, los médicos recomiendan hacerlos al menos una vez cada dos o tres días, dependiendo de la situación en la que te encuentres (por ejemplo: países con inviernos muy fríos). Por otro lado, lavarse el rostro y las manos a diario es indispensable.
En países tropicales se acostumbra a tomar varias duchas al día, lo mismo ocurre con quienes viven un verano de calor intenso. Como se dijo anteriormente de que no es necesario bañarse todos los días, el no hacerlo nunca tiene sus consecuencias y puede ser perjudicial para el organismo.
Si pasas mucho tiempo sin lavarte, te invadirá una intensa picazón. Esa sensación se agudizará con el paso de los días. Ducharse o lavarse te ayuda a mantener la piel hidratada. De no hacerlo, se irritará y sufrirá erupciones.
La piel tiende a producir más grasa en algunas zonas, como en la cara o el cuero cabelludo. En el caso del rostro, el exceso de grasa junto a la suciedad, genera granos, puntos negros o acné. El rostro es la parte del cuerpo que más grasa produce, es recomendable lavarse la cara antes de ir a dormir.
Además, el cuerpo humano está cubierto de bacterias y hongos, incluso aunque que nos duchemos a diario. El problema es que si se sale de control, puede ocasionar enfermedades, infecciones y afectar zona sensible del cuerpo, como por ejemplo: la entrepierna.
Si no te duchas, con el paso del tiempo se acumulará tanta suciedad sobre tu piel que comenzarán a aparecer manchas de color marrón, lo cual es una afección conocida como "negligencia de la piel".
Finalmente, lo más evidente: apestarás. El ser humano no puede sentir su propio olor, por lo cual , si no te has duchado en mucho tiempo, debes saber que hueles mal, aunque no lo percibas.
La pestilencia no es ocasionada por el sudor, sino que por la acumulación de bacterias y partículas de piel muerta. Con el paso del tiempo serán tantas las que se acumulen, que el olor será cada vez peor, e incluso tu mismo lo sentirás.
Las consecuencias de dejar de lavarse por un largo tiempo son tan severas que no podrás solucionarlo con una sola ducha. Tendrán que pasar días o semanas, antes de que tu cuerpo vuelva a la normalidad.
Por esta razón, es mejor que no olvides bañarte con regularidad.