Los estudios de tatuaje suelen ser lugares poco amigables para los niños. Agujas contra la piel, ruidos que recuerdan a una perforadora, dolor punzante y un ambiente algo oscuro no es algo que parezca ser muy atractivo para un menor. Pero si das unos pocos pasos al interior de Honolulu, un salón de tatuajes ubicado en Ciudad de Panamá, te podrás encontrar con un niño haciendo su arte.
Ezrah tiene tan solo 11 años y ha desarrollado un talento inusual para un chico de su edad. Su madre, Wynter, asegura que han sido "muy afortunados por tener una larga fila de voluntarios para tatuarse con Ezrah". Su hijo es una pequeña celebridad en el circuito tatuador de Panamá y todos sus "lienzos" se van maravillados con el resultado.
El talento de Ezrah fue descubierto por una casualidad del destino. Wynter y su esposo tienen un taller creativo y una invitaron a sus amigos para una "junta de tatuajes grupal". Ezrah como buen dibujante mostró gran interés en el proceso y el dueño de Honolulu, Ali García le preguntó si quería intentarlo, a lo que el joven no se pudo resistir. Wynter le ofreció su brazo para que hiciera su primer tatuaje.
Al ver su talento, García le ofreció perfeccionarlo. "Es raro ver a alguien poner todo su esfuerzo y corazón en enseñar una habilidad a un niño y que pueda determinar todo el potencial que él posee".
Wynter, más allá del amor maternal, declara que no le extraña ver a su hijo codearse entre los grandes de una disciplina.
Desde los dos años de vida practica artes marciales y está listo para conseguir su cinturón negro, en tres ocasiones ha actuado en grandes producciones teatrales y tiene facilidad para el piano y la batería, además de pintar y dibujar todos los días. Sin embargo, jamás lo ha visto tan entusiasmado y determinado como cuando lo ve tatuar gente, según reporta Fatherly.
Hasta la fecha, Ezrah ha completado 20 tatuajes y se ha convertido una verdadera celebridad en Instagram.