A Rodolfo Sittoni, sus padres lo querían llamar de otra forma cuando nació. Lamentablemente debieron esperar casi 50 años para cumplir su deseo.
Esta familia de Córdoba, Argentina, quería honrar a su padrino noruego, quien se llamaba Thor, igual que el dios del trueno.
A pesar de que en 1970, Daniel y Norma iniciaron una demanda que un juez falló en su favor, al poco tiempo la Justicia dictó una "medida correctiva" que impidió cumplir ese tan anhelado deseo familiar.
"A esta historia la cuento desde que iba a la primaria, a los compañeros de fútbol, los chicos con los que jugaba a las bolitas y hasta he discutido con profesores de la Universidad sobre mi nombre", señala.
"La voluntad de mis padres fue ponerme ese nombre en honor a un amigo noruego que todavía vive en Córdoba, Thor Jacobson, que incluso ahora es uno de los testigos que propuse al juez", dice al diario La Voz de Argentina.
Recién en junio de este año, un juez civil emitió un fallo que por fin permitía a este abogado de 47 años, llamarse como siempre soñó. "Hoy me siento completo, parece mentira, pero el nombre hace a la identidad", señaló.
"El nombre te completa como persona, no tengo que dar más explicaciones de por qué soy este que soy", agrega Thor Sittoni.