El baile de graduación es uno de los momentos más especiales para los escolares de Estados Unidos, por lo que los jóvenes pueden demorarse hasta meses en definir cómo lucirán esa noche y los detalles para que todo salga perfecto.
Ese es el caso de Malexa Maeweather, oriunda de Nueva York, quien convenció a su madre, Dee Lewis, de que buscaran una diseñadora que fabricara su vestido soñado para esa noche, con el fin de lucir como una verdadera princesa.
Para esto, la progenitora pagó 300 dólares a Kia Wagner para que su heredera tuviera su confección de color blanco con transparencia. Sin embargo, el resultado dejó a la madre completamente indignada y lo catalogó de "horrible".
Su enojo fue tal que decidió denunciar a Wagner en las redes sociales, junto a una serie de fotografías que demuestran que el trabajo no es más que una burla.
"Kia Wagner (la diseñadora) llamó a mi hija la noche anterior a la promoción para que fuera a recoger su vestido, por el que cobra 300 dólares... En serio... ¿Qué hay de malo en querer mi dinero de vuelta?", escribió Dee en una publicación de Facebook.
Apenas Malexa vio el vestido no pudo hacer más que llorar, por lo que a horas del baile pensó que lo mejor era no asistir a la celebración. Afortunadamente, una amiga de su madre le ofreció un vestido que le salvó la noche; consigna Yahoo Beauty.