Corea del Norte es uno de los países más herméticos del mundo. La dinastía Kim ha tenido a los norcoreanos bajo un régimen autoritario por décadas, sin posibilidad de libertades básicas, ni la posibilidad de vincularse con otras realidades.
Un ejemplo claro de este hermetismo es el de Sook, una profesora que logró huir de su país en 1998. En 2004, fue entrevistada por Barbara Demick, una periodista estadounidense que estaba investigando sobre el sistema educativo de Corea del Norte. Ahí, la joven coreana reconoció que cuando tenía 26 años y era maestra en un jardín infantil en su país, no sabía cómo se concebían los bebés.
En Corea conoció a Taeyang, con quien mantuvo un largo noviazgo que no pasó de unos besos. "Nos tardamos tres años para tomarnos de las manos. Otros seis para besarnos", asegura.
"Nunca hubiera soñado con hacer algo más. Cuando abandoné Corea del Norte, tenía veintiséis años y era maestra, pero aún no sabía cómo se concebían los bebés", reconoce.
Hoy está casada y con hijos, pero a casi 20 años de su fuga de Corea del Norte, recuerda a su antiguo novio con cariño. Dice que fue su mejor amigo y la única persona a quien le confiaba sus sueños y los secretos de su familia, según señala el sitio Infobae.