En el 2009 la película de suspenso "La huérfana" se transformó en todo un fenómeno de taquilla. Todos gracias a su perturbadora trama, que cuenta la historia de una aparente niña de 8 años llamada "Esther", quien es adoptada por una familia que ignora que realmente ha metido a su casa a una asesina de nombre Leena Klamer, de 33 años, que debido a una extraña enfermedad se puede hacer pasar por una menor.
Es una historia aterradora, sobre todo porque está basada en hechos reales. Sucedió en Kuřim, un pueblo rural de República Checa, lugar de origen de Barbora Skrlová, una mujer que nació con hipopituitarismo, lo que significó un montón de problemas médicos en su infancia y la eterna apariencia de una niña de 13 años.
Lo único que se sabe de su adolescencia, es que estuvo hospitalizada, pero no por problemas físicos, sino psicológicos. A temprana edad comenzó a dar señales de una crueldad desmesurada y su familia no podía controlarla. Fue internada contra su voluntad en un hospital psiquiátrico para adultos, y luego decidió comenzar a hacerse pasar por una niña.
Barbora engañó a una familia, haciéndoles creer que era una pobre niña desvalida, que había huido de sus padres abusivos y de casas de acogida donde había sido maltratada. Klara y Katherine Mauerová, dos hermanas divorciadas que vivían con sus hijos, creyeron sus mentiras y aceptaron en su hogar.
Las hermanas sufrían de esquizofrenia aguda y vivían a 200 kilómetros de la ciudad más cercana, lo que hizo que Barbora desatara su crueldad sin miramientos. Las convenció de unirse a la secta del Movimiento Grial, una organización religiosa que se comunicaba a través de mensajes de texto e instaba a sus miembros a mantener relaciones de incesto.
Por "designio divino" encerraron a sus hijos biológicos en jaulas bajo la casa. Dejaron de darles comida, los golpeaban e incluso marcaban con quemaduras de cigarros. Y además practicaron un ritual en que llegaron a cortar la piel de los pequeños para comerla.
Fue una familia vecina la que descubrió por casualidad el calvario de los niños y denunciaron al malévolo clan a la policía. Cuando las autoridades llegaron al lugar, encontraron a dos niños desnutridos, sin ropa, con claras señales de abuso y recostados en su propio excremento.
Fuera de la jaula había una tercera niña que lloraba aterrorizada. Se presentó como Anika y culpó a las dos hermanas de todos. Por supuesto, era Barbora, quien aprovechó de escapar mientras la policía hacía su investigación, consigna Upsocl.
Más tarde dejó el país y se fue a Noruega, donde engordó, se cortó el cabello, y se hizo pasar por un niño llamado Adam. En ese país volvió a encontrar una familia. Sin embargo, hubo una búsqueda internacional y lograron dar con su paradero, siendo condenada a prisión como autora intelectual del crimen de la familia Mauerová.
La mujer checa fue liberada en el 2011 por buen comportamiento y desde ese momento no se supo más de su paradero.