Johnny Depp fue anunciado hace algunos días como invitado especial en el festival Glastonbury, evento en el que encabezó un panel en donde no se habló solamente de cine.
El primer día de esta cita musical, Depp dio un discurso para introducir su película The Libertine, tras lo cual uno de los presentes comenzó a hablar de política norteamericana.
"¿Podemos traer a Trump?", le preguntó al público, para luego decir que cree que el presidente de Estados Unidos "necesita ayuda" y que "hay muchos lugares oscuros a los que podría ir".
"No estoy insinuando nada... por si acaso, esto estará en la prensa y será horrible... pero, ¿cuándo fue la última vez que un actor asesinó a un presidente?", dijo bromeando el artista en relación a la muerte de Abraham Lincoln en manos de John Wilkes Booth.
Luego aseguró que no tiene intención alguna de provocarle daño al mandatario, sino que solo hizo una observación respecto de aquel hecho: "Quiero clarificar. No soy un actor. Miento para vivir, pero ya ha sido un rato. Quizá ya sea el momento".
Esto no hizo mucha gracia en la Casa Blanca, por lo que pronto tuvo que salir a hablar: "Me disculpo por la mala broma que intenté hacer anoche sobre el Presidente Trump. No salió como pretendía y no era con malicia. Solo intenté divertir, no herir a alguien", comentó en un comunicado enviado a la revista People.
