Debe ser uno de los casos más extremos que existe. Hace un tiempo atrás, Judith Donald, de 25 años, vivió uno de los episodios más desconcertantes de su vida. Un día la joven escocesa se fue a dormir y al despertar su rostro había sufrido un cambio que la aterró.
Cuando la chica se miró al espejo esa mañana, estaba convertida en otra persona. Su rostro de piel sana estaba lleno de granos, a causa de un severo acné que extrañamente la invadió de un día para otro, sin ninguna explicación lógica.
Judith no había sufrido esta afección cutánea durante su adolescencia y la sorpresiva aparición de erupciones le hizo pensar al principio que se trataba de varicela. Aunque los granos además le causaban dolor, consigna el portal Daily Mail.
"No tengo idea sobre qué lo provocó. Puede que esté relacionado con el estrés y tener acné me estresó mucho más, por lo que se puso peor", dijo la joven.
Después el acné, que finalmente le fue diagnosticado, se expandió a su espalda y pecho, propagándose también el dolor y las molestias. La chica decidió someterse entonces a un tratamiento con un polémico medicamento denominado "Roaccutane".
Se trata de un fármaco usado para combatir el acné severo o quístico. Su acción es tan potente que se le han atribuido decenas de efectos adversos, dentro de los que están la sequedad en ojos y labios, conjuntivitis, cefalea, disminución de la libido, cansancio, adelgazamiento y caída del cabello, y entre los peores, psicosis y depresión.
A pesar de todo esto, el medicamento le ha dado resultados.