14 de abril de 1914 el Titanic impactó contra un enorme iceberg, convirtiendo esta tragedia en una noticia a nivel mundial. En 100 años se han contado infinidad de historias y secretos, pero hay uno que seguramente no conoces.
En el barco viajaban 2.223 personas desde Inglaterra a los Estados Unidos, según datos revelados por los expertos en el tema. De ellas solo 706 se salvaron. Más de alguno se ha preguntado cómo fueron recuperados los cuerpos que flotaban en las heladas aguas de Atlántico. Seguramente la verdad impactará a varios, según señala el sitio De10.
El barco que realizó el rescate era el MacKay-Bennet y tenía como objetivo encontrar a todos los cuerpos sin vida de las víctimas y llevarlas al puerto Halifax, en Canadá; sin embargo, pese al gran número de cuerpos, la embarcación resultó insuficiente para llevar a los más de 1.500 cadáveres. Frederick Larnder, el capitán a cargo tuvo que tomar una decisión que años más tarde fue revelada luego de investigar más de 180 telegramas.
El capitán optó por realizar un filtro de los cuerpos de acuerdo a su condición social y económica, es decir, las víctimas más pobres quedaron a su suerte en el mar. Según Larnder, los más ricos debían tener un funeral "como les correspondía". Así lograron deshacerse de más de 100 cuerpos y rescatar a 334 cadáveres de personas consideradas "importantes" dentro de la sociedad de la época.
Mucho tiempo después un empleado de Cunard Line, el nombre en su momento de la compañía naviera que se encargaba de la operación del Titanic, rescató de la basura 181 telegramas que mostraban comunicaciones de la época. No las hizo públicas en su momento, pero las entregó a su hija para que las guardara. En los años 80, la mujer dio toda la información al historiados Charles Hass, quién estuvo restaurando los documentos por tres décadas y recientemente las hizo públicas.
En uno de los telegramas, el puerto de Halifax pide que se rescate la mayor cantidad de cuerpos y el capitán Larnder respondió lo siguiente:
“Se ha hecho un registro cuidadoso de todos los papeles de dinero y objetos de valor encontrados en los cuerpos. ¿No sería mejor dejar los cuerpos en el mar a menos que los parientes pidieran específicamente preservarlos?”
Un dato que revela la diferencia social que existía en el Titanic, la cual se mantuvo incluso a la hora de rescatar los cadáveres tras la histórica tragedia.