Parecía un espectáculo perfecto, con una decena de Pikachu moviéndose al ritmo de Uptown Funk de Bruno Mars, mientras el público se mostraba animado ante el desempeño de los corpóreos.
Sin embargo, al comenzar la segunda parte de la coreografía ocurrió un problema que ocasionó que la seguridad del evento se volviera histérica, lanzándose contra el personaje, cuyo traje comenzó a ceder.
El Pikachu comenzó a desinflarse frente a los niños y parecía que nada podía evitarlo, así que los siete hombres encargados de resguardar a los presentes no encontraron nada mejor que sacar al artista, pero su forma no fue para nada sutil.
En un operativo digno de una amenaza, los hombres tomaron el corpóreo y lo sacaron del escenario, robándose la atención de los presentes.
Y aunque después de unos minutos intentaro que reingresara, lo cierto es que el traje no respondió como se esperaba, por lo que tuvo que retirarse definitivamente del escenario.