Hace 20 años Islandia presentaba un grave consumo de alcohol, tabaco, lo que los hacía sobresalir de la media europea de aquel entonces. Pero pasado el tiempo, por medio de intensas medidas gubernamentales, este país nórdico ha sabido sobrellevar esta problemática que estaba afectando a su juventud, disminuyendo considerablemente la tasa de consumo de estos elementos.
En la actualidad las cifras son sorprendentes, ya que según consigna el portal Infobae, solo un 5% de los jóvenes entre 14 y 16 años han bebido alcohol durante el último mes, mientras que un 3% fuma tabaco y a penas el 7% consumió marihuana en este mismo lapso de tiempo. Estos números están muy alejados de la realidad que vive el resto de Europa, ya que en promedio el 47% de la población joven ingirió alcohol en los últimos 30 días.
Pero este exitoso resultado no fue de la noche a la mañana. A partir del año 1998 las autoridades comenzaron a tomar cartas en el asunto y lanzaron el programa llamado "Youth in Iceland" (Juventud en Islandia), cuyo objetivo era disminuir las altas cifras de consumo de alcohol, drogas y tabaco. La iniciativa buscó fomentar y entregar una alta cantidad de recursos, diversas actividades extraescolares como deporte, música, danza, teatro, entre otras.
Los padres cumplieron un rol fundamental en esta evolución, ya que desde que se comenzó a implementar el programa, estos fueron notificados de los propósitos de la iniciativa y se les llamó a ser parte de ella siendo el primer agente preventivo, pasando más tiempo con los menores, apoyándolos y vigilando sus acciones.
"Los responsables no son los niños, sino nosotros, los adultos. Debemos crear un entorno donde se encuentren bien y tengan la opción de llenar su tiempo con cosas actividades positivas. Esto hará que sea menos probable que empiecen a consumir sustancias", manifestó Jón Sígfusson, director del Centro Islandés para la Investigación y el Análisis Social e impulsor de este ambicioso proyecto en una conversación con BBC Mundo.
A partir de los increíbles resultados otros países del viejo continente han seguido el ejemplo de dicho programa para disminuir las cifras de consumo de alcohol y drogas en su juventud, plasmándose en al menos 30 municipios.