Paula Robinson, joven abuela de 48 años, se hizo conocida la noche del pasado lunes por ayudar a cerca de 50 niños luego de sentir la explosión producto del atentado terrorista en el Manchester Arena.
Luego de sentir un "fuerte sonido", la mujer vio a muchos niños desorientados, tras lo cual los llevó a un hotel cercano en donde los tranquilizó y les dio comida.
De todas formas, Robinson descarta totalmente el ser llamada "heroína": "No hice nada que alguien más no hubiese hecho. Pensé en mis propios hijos e inmediatamente supe que habría querido yo. Habría querido que los cuidaran y que se los llevaran del área si es que yo no podía hacerlo", según comentó a la revista Rolling Stone.
"Todos estaban en Facebook, entonces pensé poner mi número ahí, que lo compartieran para que me llamaran y poder ayudar en algo pequeño. Tengo hijos y nietos, me hace sentir mal el pensar en aquellos que perdieron su vida", agregó.
Su ayuda fue una de las tantas espontáneas que ocurrieron en aquella noche, como el caso de un hombre llamado James, quien vive en la calle y que sin dudarlo ayudó a la gente apenas sintió la explosión.
Homeless man, Steve, helps victims of #Manchester "We had to pull nails out of children's faces" #Goodsamaritan Bless Him ? pic.twitter.com/uo2TT0pl9C
— ᗷᗩᔕᗴᗪ ᑭᖇᎥᔕᑕᎥᒪᒪᗩ? (@passionatechica) May 23, 2017