A pesar de todas las campañas que se han realizado en Estados Unidos, como la multitudinaria #BlackLivesMatters, siguen ocurriendo casos de violencia policial en contra de este grupo.
Esta vez fue el oficial Zachary Rosen, quien pisoteó la cabeza de un joven afroamericano... pero no en cualquier situación: Lo hizo sin provocación previa, mientras el detenido se encontraba esposado y reducido sobre la calle.
Identificado como Demarco Anderson, el joven no se resistió al arresto ocurrido en Colombus, Ohio, el que tuvo por motivo el amenaza y -precisamente- el cargo de resistirse al arresto. Ante los dos se declaró como inocente, sobre todo del segundo donde hay evidencia en video.
Otra de las cosas que sorprende es la nula reacción de los otros oficiales presentes al ser testigos de este hecho, quienes no detuvieron ni reprendieron a Rosen.
Mientras dura la investigación -ya que la consideran necesaria (!)-, Rosen fue reasignado a trabajo de oficina, sin posibilidad de patrullar nuevamente en las calles de Ohio.