Al comprar una lata de bebida en la calle, en un negocio o en una máquina expendedora, la mayoría de las personas limpia el envase con un pañuelo o servilleta antes de abrirlo, con el fin de quitar el polvo y la suciedad.
Pero, ¿será realmente necesario limpiar la superficie de la lata? Y si es así, ¿las supuestas bacterias y otros microorganismos son eliminados?
De acuerdo al sitio Consumer, todo depende del manejo adecuado en su almacenamiento, debido a que las latas de gaseosas y de otros productos, como las cervezas, siempre se envasan en packs con un envoltorio plástico que los protege y aísla de la suciedad, por lo que es prácticamente imposible que se contaminen.
Si después de esta explicación continúas con las dudas, en el mismo portal se aclara que limpiar la lata con un pañuelo de papel no acabará con los posibles agentes patógenos, sólo quitará la humedad o el polvo acumulado por estar varios días en las estanterías de supermercados o negocios, ya que esta acción no es desinfectante.
Lo que sí se debe tener en consideración es si estas latas de bebidas, como también las de alimentos en conservas, están infladas o abolladas, debido a que estos signos indican que en su interior existe una contaminación bacteriana o química, por lo que nunca se deben consumir.
Hay que tener en consideración que estos envases están hechos de aluminio y acero laminado, materiales que son resistentes a la oxidación, protegen a los alimentos del sol y del oxígeno, y prolongan la duración de su vida útil, conservando sus sabores y aromas.
Además, las latas de bebidas tienen una laca interior protectora que impide que el aluminio, que podría ser perjudicial para la salud, entre en contacto con el líquido. Por todas estas razones, estos son los envases más utilizados en la industria alimentaria.
Sin embargo, varios son los mitos que se han propagado durante años, como el caso de una familia completa que habría muerto al contagiarse de leptospirosis, luego de beber sus gaseosas directo desde las latas que habrían estado contaminadas por la orina de ratones.
Los expertos han afirmado que ésta sólo es una leyenda urbana, como tantas otras, pero si aún así no confías en la seguridad que brindan estos tradicionales envases, la primera alternativa es que viertas su contenido en un vaso y la segunda es que utilices bombillas.
