WikiLeaks realizó la filtración de documentos secretos de inteligencia norteamericana más grande de la historia, en la que se pudo conocer que infectaron computadores, televisores y celulares para ser utilizados como micrófonos... todo sin que los usuarios supieran.
La organización llamó a esta primera entrega de información como "Year Zero", asegurando que la CIA generó malware para poder introducirse en diferentes dispositivos tecnológicos de forma encubierta, pasando a llevar toda normativa respecto a privacidad.
Uno de los detalles más sorprendentes revelados es que la CIA perdió el control de toda esta información y software de hackeo, el que fue entregado a WikiLeaks por una persona que tuvo acceso a aquel material.
Según informaron en su comunicado, esta fuga provocó que "varios cientos de millones de códigos" puedan ser utilizados para lograr un nivel de hackeo similar al de la institución norteamericana.
Entre los productos que fueron objetivos de la CIA se encuentran el iPhone, los dispositivos con Android, Windows de Microsoft y SmartTV de Samsung, sosteniendo que todos estos podían ser potenciales "micrófonos encubiertos".
Incluso se filtró que existe un recinto en Frankfurt, Alemania, que es utilizada como "base encubierta" para hackers bajo el mando de Estados Unidos.
¿Y qué han dicho desde la CIA? Nada.