La periodista Pepa Valenzuela publicó una extensa columna en El Mostrador titulada "Me cansé de Chile", en donde explica detalladamente todos los motivos por los cuales se agotó del país.
Luego de contar lo que hizo en los últimos años, que los pasó fuera de Chile, Valenzuela cuenta que uno de los puntos que más rechazo genera es la violencia de género arraigada en el país. De hecho, aseguró que su primera experiencia con esto fue a los 10 años: "Un tipo pasó la mano por mi vagina en el metro".
"Cuando digo que no hubo día a partir de mis 10 años en que no sufriera una agresión de parte de un hombre en mi país, no exagero. Todos los días alguien fue capaz de decirme lo que pensaba sobre mi cuerpo en la calle o en instancias privadas, silbarme, tocarme, insultarme porque no quise responder a su intervención con una sonrisa complaciente o a sus requerimientos sexuales. Casi todos los días, en algún momento del día, sentí miedo o asco o vulnerabilidad al deambular por las calles del país donde crecí", añadió.
Valenzuela también cuenta con tristeza que "son muchas, demasiadas las veces en las que un hombre está dispuesto a acosar, agredir, hacerse el simpático con su violencia manifiesta, explícita, pero socialmente permitida", siendo aquello último una de las críticas más grandes que se han hecho al machismo nacional por parte de los movimientos y agrupaciones feministas.
Dentro de los otros temas que ve en el país es el de la "intromisión en la vida privada de las personas", lo que va desde la farándula hasta el ejemplo que expone de un taxista que le preguntó sin complejo alguno sobre su vida sexual, todo para dar consejos y darse el lujo de explicar cosas. Todo lo que se llama mansplaining.
Incluso nombra al normalizado clasismo y la mala educación que se encuentra en toda la sociedad, el mismo que hace "se pregunte en Chile con tanta propiedad y sin pudor alguno sobre el apellido, de qué colegio saliste, dónde vives, en qué trabajas e incluso lo que ganas o lo que tienes".
Junto con el denominado chaqueteo y la pobreza lingüistica, Valenzuela aseguró que otro tema que hizo que quedara chata de Chile son "sus gobernantes ridículos, de la mala memoria, de ver a los mismos personajes sin moral, muchas veces sin preparación de ningún tipo, sin vergüenza alguna de sus abusos y en ciertos casos de sus robos monumentales".
Y tiene mucho más de qué quejarse, siempre con argumentos: Racismo, xenofobia, la mentira de la meritocracia, el poder del consumismo, la falsa fama de los rostros televisivos, el poder e influencia de la Iglesia, la forma en la que se utilizan las redes sociales y varios temas más.
¿Qué te parecen sus quejas? ¿También estás cansadx de Chile?