El día 8 de marzo se celebra a nivel planetario el "Día Internacional de la Mujer", jornada que es utilizada por muchas personas para destacar la importancia que las féminas tienen en la sociedad, y llamar a la población a llevar a cabo acciones de igualdad de género. Además son múltiples las ceremonias que buscan agradecer e impulsar la lucha por diversas reivindicaciones por parte de ellas.
Pero más que una celebración, este día debería ser conmemorado debido al crudo y sangriento hecho histórico que se encuentra detrás de esta jornada que muchas disfrutan con alegría. Este cruel episodio, que jamás debemos olvidar, ocurrió el 25 de marzo de 1911 en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos y reflejó las serias injusticias que las mujeres vivían en dicha época.
Ese fatídico día, 146 mujeres trabajadoras de la fábrica textil "Triangle Shirtwaist" fallecieron debido a un voraz incendio por la negligencia de los dueños de la compañía, ya que estos, con la finalidad de evitar robos durante el hecho, decidieron cerrar las vías de escape, dejando encerradas a las personas que se encontraban dentro del edificio que ardía en llamas.
Este brutal hecho provocó la indignación de millones de hombres y, especialmente, mujeres de todo el mundo, debido a que si estas trabajadoras hubieran recibido un trato igualitario la tragedia podría haberse evitado.
Según consigna el portal Upsocl el día 19 de marzo del mismo año en que ocurrió el siniestro de la ciudad de Nueva York, en países como Alemania, Suiza, Austria y Dinamarca se celebró por primera vez el "Día Internacional de la Mujer Trabajadora".
Pero fue recién en 1975 cuando la Organización de las Naciones de las Naciones Unidas celebró el "Año Internacional de la Mujer", para dos años más tarde proclamar el 8 de marzo como el día en que se celebraría el "Día Internacional por los derechos de la Mujer y la Paz Mundial", provocando que múltiples países decidieran instaurar esta fecha conmemorativa en sus calendarios oficiales.
A partir de esto la lucha de las mujeres de todo el mundo ha ido creciendo con el pasar de los años, pero aún son muchas las brechas que deben enfrentar para conseguir la tan ansiada y necesaria igualdad de género en todo el mundo.