En abril de 2016, el profesor de Historia José Buslón, junto a un grupo de estudiantes del Liceo 2 "Antonio Grompone", de Salto en Uruguay, visitó el Cementerio General de la ciudad, donde sacaron fotografías del camposanto. Uno de los lugares que visitaron fue el mausoleo de la familia Ventura-González.
Al regresar a su casa, una de las alumnas se sorprendió al ver que en una de las fotos que tomó, capturó una escalofriante presencia: un niño vestido con pantalón negro y camisa beige que miraba desde el interior del mausoleo de los Ventura-González.
La imagen se viralizó rápidamente por las redes sociales donde muchos se preguntaban quién era ese misterioso "niño fantasma". Debido al interés generado, un equipo del Canal 12 y el conductor Guillermo Lockhart , viajaron hasta el lugar para recolectar más información sobre el misterioso menor.
Una docente retirada dijo conocer algo sobre un niño que había muerto en un accidente de tránsito hacía tiempo en Salto, que era amigo de su hijo. Al ver la imagen, confirmó que se parecía mucho a quien supo conocer cuando era pequeño, según señala Infobae. Se trataba de uno de los hijos de la familia Ventura-González, quien, efectivamente falleció en un accidente de tránsito en 1972.
Mientras Lockhart investigaba, el profesor Buslón hacía lo propio junto a sus alumnos. Consiguieron el nombre del pequeño, su partida de nacimiento y averiguaron que su cuerpo había sido trasladado desde el panteón familiar hacia otro lado varios años atrás. También lograron ubicar a sus hermanas, quienes nunca lo conocieron debido a que falleció antes de que ellas nacieran.
Por su parte, Lockhart investigaba el caso para su libro "Voces Anónimas: Historias y leyendas del universo mágico", el cual fue presentado en la última Feria del Libro de Montevideo. Sin embargo, la familia del "niño fantasma" comenzó a ponerse nerviosa debido a la exposición que estaba teniendo el caso. Luego que el profesor Buslón diera una entrevista televisiva, una de las hermanas lo llamó para advertirle de que sentían que la intimidad de la familia estaba siendo vulnerada.
"Le respondimos que no, pero que estábamos dispuestos a reformular partes del relato", cuenta el historiador al diario El País de Uruguay. Sin embargo, luego llegó un telegrama. "Prohibido hablar del asunto", decía el mensaje que dejaba en claro que la familia ya no quería que se siguiera ocupando la figura de su hermano.
Finalmente las hermanas decidieron demandar a Bulsón por 900 mil dólares por haber hecho explotación de la imagen familiar sin su autorización. La citación "corresponde al cobro de pesos emergentes de responsabilidad extracontractual por difusión de imágenes, historia personal y privacidad de los comparecientes por difusión de hechos sin autorización".
Ahora hay que ver cómo termina esta historia que partió con una fotografía pero que escaló hasta los tribunales.
