La mayoría de las personas somos diestros, pero todos conocemos a algún zurdo que se ha complicado la vida intentando usar tijeras o tocar guitarra. A pesar de que ser zurdo es más común de lo que parece, pocos saben a qué se debe.
La comunidad científica ha estado en la discusión sobre si el ser zurdo se debe a una preferencia o si es algo que tiene que ver con nuestra configuración neurológica. Esto ya tiene una respuesta.
De acuerdo a una investigación realizada por científicos de la Universidad Ruhr de Bochum, publicada en la revista eLife, ser zurdo o diestro no tiene nada que ver con nuestro cerebro o desarrollo neurológico, sino que el origen estaría arraigado en el desarrollo biológico desde antes de haber nacido.
Por mucho tiempo, se creyó que la actividad genética en el cerebro, dependiendo del hemisferio en que se desarrolla más actividad, define si alguien usará más su mano derecha o izquierda. Sin embargo, el estudio señala que esta actividad ocurriría mucho antes de que la parte del cerebro responsable del movimiento esté conectada a la columna vertebral, por lo que la diferenciación estaría centrada en las partes de la espina responsables de transmitir impulsos eléctricos a las extremidades del cuerpo.
Los científicos concluyeron que la preferencia izquierda o derecha no se desarrolla por la asimetría de actividad cerebral, sino por la que se presenta en la columna vertebral durante el desarrollo del feto. Todo influenciado por el ambiente en el útero.