Cuando tenías apenas 20 años, salías de fiestas, te tomabas hasta lo impensado en alcohol y a la mañana siguiente, despertabas casi como nuevo, luego de un sueño reparador que solucionaba los malestares de la resaca. Sin embargo, con el paso de los años, los efectos que te deja el exceso de bebestibles, son cada vez más duraderos e imposibles de sacar de tu organismo. Dolores de cabeza, vómitos o mareos son algunos de esos desagradables síntomas de tu excedente alcohólico.
Así que ahora que estás más mayorcito, debes prestar atención a lo que le pasa a tu cuerpo, cada vez que se te ocurre tomar alcohol en forma desmedida. Se acabó la competencia de quién rinde más bebiendo cerveza. Y estas son la razones biológicas del malestar en tu edad más avanzada.
Al igual que nuestra piel, musculatura y órganos, las enzimas que se encargan de metabolizar el alcohol en nuestro cuerpo tampoco se libran del paso del tiempo, por lo que su función pierde efectividad.
Para entenderlo mejor, debemos saber que dos enzimas intervienen en el procesamiento de esos tequilas que te animaste a tomar desmesuradamente. Una de ella es la llamada "Alcohol Deshidrogenasa", que transforma el alcohol en una sustancia llamada "acetaldehído". La otra enzima es la llamada "Aldehído Deshidrogenasa", que termina por descomponerlo en acetato y luego, convertirlo en dióxido de carbono y agua, según señala La Vanguardia.
Cuando apenas tienes 20 años, este proceso actúa a la perfección. Pero con el paso del tiempo, nuestros niveles de enzimas necesarias, disminuyen, lo que se traduce en que el acetaldehido -que es un producto químico altamente tóxico y desagradable- pasa más tiempo sin descomponer del todo en el organismo, lapso de tiempo que provocaría dolores de cabeza, sequedad bucal, náuseas y todos esos síntomas que nos hacen prometer que nunca más beberemos de esa forma.
"Con el paso del tiempo, hay un poco menos de secreción de estas enzimas y es lo que provoca que las dos copas de los 20 años, ahora no son las mismas que las de los 40. También es cierto que las mujeres presentan una menor síntesis de estas enzimas, al igual que por razones genéticas de cada uno y eso también implica que se aguante menos”, afirma la especialista en Dietética y Nutrición. Raquel Nogués.
Otra causa que provocaría resacas más intensas en nuestra adultez, tiene que ver con el hecho de que a medida que envejecemos, solemos ganar peso. Y un aumento de peso o una falta de hidratación, también son motivos de que la resaca sea fatal, estima Nogués. Además, la grasa que ganamos en una etapa más avanzada de vida, no absorbe el alcohol. En otras palabras, mientras más tejido graso tengamos, menos espacio habrá para diluir el alcohol ingerido.
El cuerpo, con el paso de los años, también pierde agua, lo que significa que los tragos se mantienen más concentrados en tu organismo. Por ello, “si en vez de tomar una copa de whisky a palo seco, la tomamos después de una comida o con agua, lo vamos a metabolizar mucho mejor y los efectos secundarios puede que se minimicen”, así lo afirma la especialista.
La medicación que tomes para tus problemas de salud, también puede afectar a la hora de metabolizar el alcohol. “Alguien que va a un cóctel a los 65 años puede tomar uno o dos tragos y acabar muy perjudicado”, estima el Dr. Oslin para el diario estadounidense, The Wall Street Journal.