Qué gran historia de emprendimiento. Un joven de tan solo 19 años, llamado Michael Vaga, creó un cargador y almacenador de energía limpia y ecológica, que no requiere una red eléctrica y que funciona con leves movimientos de muñeca. El "HandEnergy", nombre con el que bautizó su invento, está inspirado en una preocupación generacional: el "drama" de las baterías.
Actualmente vivimos rodeados de aparatos tecnológicos que se han transformado en objetos de primera necesidad, como celulares, computadores o tablets. Estos nos facilitan el día a día y además, funcionan como herramientas para desarrollarnos profesionalmente. Por ello, la idea de Vaga llega en el mejor momento.
El dispositivo, que pesa solo 380 gramos, se basa en un giroscopio. Al rotarlo con la muñeca, la energía cinética se transforma en energía eléctrica a través de un rotor magnético que alcanza hasta cinco mil revoluciones por minuto, y que se activa por medio de un movimiento circular aplicado, según indica el sitio Infobae.
Cabe decir que con cada movimiento manual, el rotor gira y crea electricidad con la que se puede alimentar cualquier objeto tecnológico.
El producto estará a la venta en cualquier parte del mundo desde mayo de este año y tendrá un valor de 99 euros.