Antes de dedicar su vida a esta noble causa, él lo tenía todo: se encontraba terminando su carrera universitaria y estaba próximo a ejercer su profesión. Sin embargo, de un momento a otro hizo un cambio en su vida. Ahora tiene 32 años y vive en Kirklareli, Turquía, con más de 500 animales.
Hace unos años atrás, Gokcer fue a visitar a su familia en Babaeski y conoció una realidad que le cambiaría la vida: vio a muchos animales abandonados que estaban en condiciones deplorables que comían de la basura y luchaban por sobrevivir. Él quiso ayudarlos, pero había demasiados y todos necesitaban su ayuda.
Después del impacto de ver esa cruel realidad, el joven decidió dedicar su vida a ayudar a animales abandonados y desde 2006 que vive con ellos y para ellos. Los mantiene y los cuida, y gracias a él estos pobres callejeros que no tenían esperanzas antes de que llegara, ahora tienen un techo donde dormir y un plato de donde comer.
Hasta hoy, Gokcer ya lleva 10 años dedicándose a salvar y cuidar animales. Ha construido refugios, ha juntado el dinero para darles de comer todos los días y para atenderlos cuando llegan con heridas.