La revista Science presentó un impactante y revelador estudio, liderado por el profesor Dirk Notz, director del grupo de investigación sobre hielo marino en el Instituto Max Planck de Meteorología en Alemania y por la profesora Julienne Stroeve, del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo en Boulder, Estados Unidos.
El informe revela las desastrosas consecuencias que tienen las emisiones de dióxido de carbono (CO2) sobre el hemisferio norte: por cada tonelada de CO2 que se emite hacia la atmósfera, desaparecen tres metros de hielo en el Ártico durante la época de verano.
¿Es mucho o poco una tonelada de dióxido de carbono por persona al año? La respuesta, como muchas de las reveladas en el estudio, dependen de varios factores, pero es posible calcular un promedio anual por persona. Utilizando la Calculadora de huella de carbono para el transporte de la Fundación Terra, podemos estimar que un automóvil con motor a gasolina que recorre 20,000 kilómetros al año emitirá en ese lapso de tiempo 3,8 toneladas de CO2. Así entendemos que cada persona con auto manejando esa cantidad de kilómetros es responsable de la desaparición de 11,4 metros cuadrados de hielo en el Ártico, cada año.
Principales indicadores del cambio climático
El Ártico está tan lejos; la idea del deshielo es una promesa que nunca parece llegar, hasta que lo hace. Según Julienne Stroeve, "hasta ahora, el cambio climático a menudo se ha sentido como una noción bastante abstracta; y nuestros resultados nos permiten superar esta percepción".
Desde hace varios años el veloz retroceso del hielo marino del Ártico ha sido uno de los indicadores principales del cambio climático y en los últimos cuarenta años se ha perdido más de la mitad de la superficie congelada del hemisferio norte. Llegando a mitad de siglo se predice su completa desaparición, a menos que se reduzcan rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por eso y mucho más, los esfuerzos internacionales deben ser apremiantes
El Acuerdo de París contra el cambio climático contó con la participación de 195 países que cerraron el acuerdo en diciembre del 2015 y fue ratificado por más de un centenar de las naciones participantes el pasado 4 de noviembre. Esto supone un tiempo récord dado el carácter urgente que representa ya el incremento de la temperatura anual debido a los gases de efecto invernadero.
Sin embargo podría resultar muy tarde la aplicación del acuerdo, que empezará a regir hasta el año 2020, y el deshielo en el Ártico podría ser una realidad irreversible.
Fotos: Science / Shutterstock / Captura Youtube