Todo partió cuando los científicos del Laboratorio Nacional de Oak Ridge en Tennesse, intentaban reducir electroquímicamente el dióxido de carbono (CO2), quitándole el oxígeno y sustituyéndolo por hidrógeno (un proceso con el que regularmente se obtiene metanol). cuando se dieron cuenta que estaban obteniendo etanol.
De ahí que lo tomaran como un "accidente". Aunque siendo más preciso sería correcto hablar de una "sorpresa agradable".
Tal y como lo explican en una publicación, el etanol puede ser utilizado como un combustible limpio de vehículos o para alimentar generadores de electricidad.
El éxito de la reacción fue posible gracias a la nanotecnología, ya que permite reacciones muy precisas y, además, con mínimas cantidades de contaminantes.
"Mediante el uso de materiales comunes, pero reorganizándolos con la nanotecnología, nos dimos cuenta de cómo limitar las reacciones secundarias y quedarnos con la única cosa que queremos", dijo el científico del laboratorio Adam Rondinone.
Pero seguramente el punto más importante a destacar es que esta reacción química funciona a temperatura ambiente, por lo que puede iniciarse y detenerse fácilmente, al mismo tiempo que tiene un costo muy bajo. Por ello, esta tecnología también podría ser una alternativa de almacenamiento en caso que la generación de energías renovables se detuviesen. Además podríamos equilibrar el uso de diferentes energías renovables.
"Un proceso como éste te permitiría consumir electricidad mientras puedes generar y almacenar etanol", contó Rondinone.
En este momento, los científicos quieren indagar más en esta reacción y hacerla más eficiente. Si los resultados son positivos, en el futuro se podrían eliminar grandes cantidades de C02.
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