Los que dicen que el rock es el “hermano chico” de Lollapalooza no cachan nada. Y es que grandes momentos en el Parque O’Higgins se dan cuando sobre el escenario hay una formación rockera. Y sobre todo si es temprano, o en escenarios más chicos.
Descontando a Metallica, a los que ya nos referimos, como nombre principal, aparece Rancid. Como dicta cierta tradición de Lollapalooza, el punk californiano no falla en sus lineups. Y estos clásicos, calzan perfecto. Aún vigentes, las gargantas de los fans del estilo ya se aceitan para cantar el coro de su hit “Time Bomb”.
De ahí, nos saltamos al sonido de factura nacional, donde Weichafe destaca por derecho propio. Una trayectoria de creciente éxito, con un disco nuevo ya en las calles, “Mundo Hostil”, y un puñado de canciones que ya están en el corazón de sus fans. Imperdible su potencia en vivo.
Luego, Rey Puesto, banda de acordes grunge que se abre espacio en la escena nacional. Junto a ellos, Dr. Vena, que por segunda vez pisan un escenario de Lollapalooza –ya lo hicieron el 2014-, que con su pulso hard rockero, busca consolidar su crecimiento con giras al exterior incluidas. Y por último, Crisálida, institución del rock progresivo nacional, que pondrá el virtuosismo metalero entre los asistentes al Parque O’Higgins.