La historia comenzó con el cantante y actor muy relajado conversando mientras escuchaba el disco de Taylor Swift 1989.
Habló pestes del álbum e incluso criticó la mala dicción de la cantante en el tema "Blank Space". "Esto no me gusta nada", decía en el video mientras escucha un tema de Swift. "La verdad, que se pudra, ella me importa una mierda. Es lo que funciona mejor para nosotros", remató sin anestesia.
El registro fue filmado en la casa de Leto por Naeem Munaf, y el actor interpuso una demanda contra el portal TMZ, quienes divulgaron el video, argumentando que se trataba de "material robado".
Sin embargo, la justicia estadounidense determinó que la acción legal no tenía asidero debido a que Munaf filmó el video cuando no era empleado de Leto, por lo que legalmente podría haber hecho lo que quisiera con él. De hecho, se lo vendió al portal de celebridades por US$ 2.000, unos $1.323.821 pesos chilenos.
Después de que el video fue publicado, hace cerca de 10 meses, el cantante se disculpó con Swift a través de su cuenta de Twitter: "La verdad es que creo que Taylor es asombrosa y un increíble ejemplo acerca de lo que es posible. Si la lastimé a ella o a sus fans les ofrezco mis más sinceras disculpas", fue el mensaje... que a pesar de las excusas y las demandas, no llegó a ninguna parte.