Que linda sería la vida sin caña, ese día terrible después de alcoholizarse que cambia de nombre según el país, pero que nos une a todos al mismo sentimiento.
Y parece que ese día llegará... más tarde que temprano, pero se viene. Porque el profesor británico David Nutt, ex-consejero del gobierno británico en tema de drogas y actual psiquiatra del Colegio Imperial de Londres, inventó el Alcosynth, una droga que promete los mismos efectos que provoca beber alcohol pero sin amanecer con resaca al día siguiente o con otros efectos del copete como náuseas, mareos y/o vómitos.
¿Cómo funciona? Al tomar Alcosynth sientes la clásica sensación de bienestar, leve euforia y desinhibición en tu cerebro propia del alcohol. El nivel máximo de "ebriedad" se alcanza luego de servir cuatro copas, donde dichos estados previamente mencionados van aumentando, pero luego del cuarto trago no continúan produciendo efecto. La meta es evitar intoxicaciones u otros malestares para luego amanecer como si nada hubiese ocurrido.
Esta maravilla de la ciencia tendría, eso sí, algunos problemas: el Alcosynth no tiene sabor ni aroma y solo dejaría un leve amargor en el paladar. Igual, fome. Además, todos los trámites legales y dramas éticos que podría causar su llegada al mercado hacen que el psiquiatra piense que el Alcosynth recién pueda llegar al mundo el 2050.
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