Hace un buen tiempo que la relación del músico con Mali, país africano con una larga y rica tradición musical, ha sido estrecha y comprometida. De hecho, hace algunas semanas terminó sus actividades relacionadas al festival Acoustic Bamako, celebrado en ese país y ahora, ha recibido un importante honor: Ser nombrado rey.
Su solidaridad con los artistas de ese país y los discos que ha grabado (Mali Music de 2002 y Maison Des Jeunes de 2013) lo hicieron acreedor de tal título, además de tener una sala de clases con su nombre.
En una entrevista con la BBC, Albarn contó lo que sentía después de tanto cariño: “No estoy acostumbrado a este tipo de cosas. Pero es maravilloso ver ese salón de clases y la escuala dedicados a la música y el baile. Ahí es dónde está mi corazón, así que mi corazón ahora vive aquí”. ¡Viva el rey!