Por Jorge Saavedra desde Londres
En abril llega lo nuevo de los escoceses tras 3 años de silencio. Se viene el octavo disco de la banda y por eso conversamos con Francis Healy y Dougie Payne en Londres, lugar donde mostraron en exclusiva su más reciente material.
R&P: ¿Pueden contarnos algo del nuevo álbum?
Francis Healy: Sí, se llama Everything at Once, tiene 10 canciones y la mayoría de las canciones son de una duración menor a 3 minutos. Creo que es uno de los mejores trabajos que hemos hecho y hemos tenido suerte en todo lo que le ha rodeado. Estamos a punto de empezar un tour en mayo. Hicimos nuestro primer show anoche en Londres en un club pequeñito y estuvo muy muy bueno. Senti como si fuéramos atletas olímpicos o tenistas, estábamos como ‘esto es bueno’, como en la mejor forma en que hemos estamos alguna vez. Sólo puedo decir que la única otra vez que tuvimos esta sensación fue hace 20 años atrás, cuando llegamos a Londres en 1996 y vinimos para perseguir el sueño de tener una banda, tener un contrato discográfico y sacar albums. Esa vez fue la ultima vez que me sentí así y es una sensación muy cool, especialmente de todavía estar en la misma banda después de 20 anos.
R&P: ¿Cuáles son tus recuerdos [con Sudamérica], qué tipo de conexión ven cuando han estado ahí, de su experiencia o cuando alguien de Sudamérica se les acerca?
FH: Uno de mis recuerdos con Dougie es en el aeropuerto, en gira por México, Chile y Argentina. Estábamos en nuestro camino de vuelta a Gran Bretaña y se sentía casi como si fuéramos los Beatles. Habían fans en el aeropuerto diciéndonos ‘adioooos’ hasta el punto en que ya dábamos la vuelta, pasando los controles de seguridad y en el pasillo todavía había gente que nos decia ‘adiooos, nos vemos a la próxima’ y con Dougie “eeey” (sonido de alegría) hasta que doblamos el pasillo, él se da vuelta y me dice, ‘bueno, de vuelta a la realidad’ (risas).
Dougie Payne: Hemos tenido muy buenos momentos y shows en Sudamérica y es interesante que uses la palabra conexión porque siento que hay una conexión entre los Celtas de escocia y la gente de Sudamérica. Es una especie de generosidad del espíritu y un aprecio de la vida y las cosas simples de la vida permitiéndote tener un gran momento y no he conocido gente así aparte de Escocia, es realmente extraño. Quizás sea la proximidad a los polos, quién sabe.
R&P: A propósito, ¿tienen planes de visitar la zona con este nuevo álbum?
FH: Por supuesto, pero no sabemos cuando porque están viendo eso. Hay muchos días, semanas y años para ver. Pero siempre vamos, así que nos van a ver pronto.
R&P: Hablaban sobre las expectativas y sensaciones de cuando eran 20 años mas jóvenes. ¿Cómo manejan ahora esa excitación?
FH: Con tranquilizantes (risas), mucho mucho valium y muchos sedantes para mantener nuestros corazones, porque no te quieres acelerar y que suba mucho la presión, porque cuando llegas a viejo… No, no tenemos ninguna ilusión con nuestro negocio y creer que has hecho la mejor cosa que alguna vez has hecho y que todo el mundo va a estar muy excitado y que vas a sacar el disco y se va a ir rápido como un copo de nieve en un incendio. No. Ese tipo de expectativas hemos aprendido -de una manera ruda- que debes olvidarlas. Y lo que tienes que hacer es disfrutar de esta bella sensación que tienes en la banda y realmente disfrutarla porque momentos como éste no pasan mucho en la vida. Es bastante raro.
DP: Yo creo que es así, es remover expectativas, cualquier tipo de expectativas, tanto de si te va bien o mal, y solamente estar en presente porque el futuro después de todo es imaginación y debes estar en el presente de tu realidad.
Ustedes han recibido el crédito de ser una influencia para otras bandas, como Keane o Coldplay. ¿Cómo se sienten con esta influencia que han tenido en otras bandas y si sienten que es tan así finalmente?
FH: A menudo he dicho que si Travis hubiera sido una banda de death metal y hubiera tenido mucho éxito en 1999 con su segundo álbum llamado “El hombre que se vestía de negro” o algo asi, Coldplay hubiera sido death metal y Keane no hubiera sido death metal… Chris es un diseñador y siempre quisieron ser lo que son. Él siempre quiso tener a una de las bandas más grandes, y puedes ver eso, lo ha hecho como 4 o 5 veces hasta ahora. El ve lo que esta pasando alrededor y dice 'sonemos como esto, sonemos como U2, Arcade Fire' y ellos cambian su rumbo así. Y además de esto, él es un buen escritor de canciones. Pero es un diseñador. Entonces, si en su tiempo el black metal hubiera sido la gran cosa, ellos hubieran sido una banda de black metal. Nosotros hubiéramos sido Travis porque somos una banda de una escuela de arte, Coldplay es una banda universitaria, y esa una gran diferencia entre estas dos facciones. Y para ser honesto, y en mi experiencia, las bandas de escuelas de arte han sido siempre mucho más cool (risas), bueno tu sabes, yo digo nomás, yo digo nomás.