Este clásico formato no solamente se destaca por la fidelidad de su reproducción y la belleza de su arte, también llama la atención por sus, muchas veces, elevados precios.
Y algo que podría ser la solución para eso sería la apertura de una nueva fábrica de discos en Brasil, que triplicará la producción mensual de la ya existente en Rio de Janeiro con más de 140.000 ejemplares.
Lo interesante es que la producción se manejará de manera artesanal, con ayuda de técnicos experimentados que trabajaron en antiguas fábricas. Además, la producción se orientará a artistas locales para luego ir ampliando el espectro.
¿Cómo sería si tuviéramos una fábrica en el país?