La historia es increíble: Un hombre de 61 años llamado Michael Engfors perdió su casa, su pega, su matrimonio y el contacto con su hija; y por eso se hizo alcohólico y vagabundo, no encontró mejor cosa que hacer que comprarse un raspe con los últimos 10 dólares que le quedaban.
Las probabilidades de que ganara algo en el raspe comprado en Colorado, Estados Unidos, eran de 840 mil a una.
¿Qué pasó? Ganó $500 mil dólares, unos 351 millones de pesos. ¿Y qué hizo? Durmió un par de noches más en el suelo de una iglesia hasta que encontró algún refugio confiable.
Allí se contactó con Vince Savage, director del refugio que lo acogió y quién lo llevó a recoger su premio. “no le pudo ocurrir a un mejor sujeto”, declaró sobre el hombre que dijo que utilizará el dinero para comprar unos skies y para tratar de reconectarse con su hija.
¿Y tú, qué harías con toda esa plata?