En una prueba que se caracterizó por ser la primera para acceder a la gratuidad en la educación, pasaron hartas sorpresas: los puntajes nacionales bajaron en un 75%, un 51,1% de los postulantes no logró los 500 puntos y el Liceo Augusto D’halmar de Ñuñoa destronó al Instituto Nacional en su promedio en el examen
Justamente de ese liceo viene Miranda Ricardi, quien desde los 13 años canta y que decidió a mitad de año dedicarse a ello profesionalmente apoyada en gran parte por su mamá, según contó a Publimetro: “Ella siempre me impulsó e inspiró a que fuera feliz. Ahora solo me falta postular a las becas del Estado”, dice quien desde noviembre está matriculada en la Escuela Moderna de Música
Con 18 años vio cómo muchos de sus compañeros le aconsejaban que la música fuera un hobbie. "Muchos dejan de lado lo que quieren hacer por lo que deben hacer, eligen ser ingenieros cuando quieren pintar (...) porque en los rankings salen carreras como música y canto como las peores pagadas, es el mismo sistema el que te desanima y te dice qué hacer para no ser pobre toda tu vida, pero al final solo depende de uno".
Y agrega que "yo solo de pensar en trabajar en una oficina me angustiaba (...) Muchas veces la música fue mi refugio. A mí me gustaría poder transmitirle eso a las personas, dejar mi huella en ellos con mi música”.