Tener un palto en la casa es más fácil de lo que piensas. Sólo necesitas el cuesco de la palta que te acabas de comer, cuatro o tres mondadientes y un vaso con agua.
Debes introducir los mondadientes alrededor del cuesco para hacer una especie de soporte, ya que solo 1/3 o la mitad de éste, debe tocar el agua. Al pasar los días notarás que se creará una raíz: cuando la veas crecida, procede a plantarlo en un macetero.
Este proceso es ideal hacerlo en primavera. ¡Aprovecha que aún quedan un par de días!