Nos encanta mirar el cielo junto a Berni y encontrarle formas raras a las nubes. Por eso partimos agosto repasando algunos nombres para que seas la sensación cuando te tires a mirarlas:
Las nubes Lenticulares parecen lentejas gigantes, por eso el nombre, y suelen ser la explicación más común para el presunto avistamiento de ovnis. Normalmente se crean a grandes altitudes, en zonas montañosas cuando la masa de aire predominante tiene bastante estabilidad.
¿Te agradas esas bellas nubes de colores al amanecer? CUIDADO. Las Nubes de nácar corresponden a una de las variedades más extrañas, ya que las también llamadas nubes estratosféricas polares o nubes madreperla cumplen un papel principal en la destrucción química de la capa de ozono.
Éstas se forman cerca de los polos durante el frío extremo del invierno. Y como éstas se generan a altitudes superiores a los 15.000 metros, el sol las sigue iluminando incluso cuando es de noche. Suele ser todo un espectáculo, pero estas formaciones también aceleran las reacciones químicas que transforman los clorofluorocarbonos (CFC) benignos en el cloro que destruye el ozono.
Por su parte, el Cielo aborregado se llama así porque la serie de nubes alargadas y onduladas recuerdan a los dibujos de la piel de un pez, y además brillan con el sol de la tarde. De hecho existe un refrán que dice "Cielo aborregado, suelo mojado". ¿Por qué? Este tipo de nubes suele indicar que el aire caliente se está elevando, como consecuencia de una tormenta lejana. El aire húmedo prodecente de ella suele ser la que la empuja esta otra masa más cálida.
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