Increíbles cosas pasan en Corea del Norte. Esta vez, todo es por un grupo de tortugas bebé que murieron en un acuario.
La historia dice así: El gerente de una granja de tortugas en Taedonggang fue condenado a muerte por Kim Jong-Un, quien tiene una debilidad por las tortugas bebé, y que estaba furioso después de que varias decenas habían muerto de hambre en este lugar.
El personal de la granja intentó explicarlo, pero Jong-Un los rechazó, los acusó de incompetencia y de intencionalmente negarse a proporcionar agua suficiente para las crías, y lo condenó a muerte por fusilamiento, según el diario corenao NK Daily.