Berni Traub en Vitamina R&P nos contaba sobre una especie de internet que vincula a los miembros del reino vegetal. Los investigadores la llaman “La Web del Bosque” y se compone de finos hilos de hongos llamados Micelio que crecen por debajo del suelo y hacia el exterior. La asociación de las raíces de las plantas y los hongos se conoce como micorriza y es beneficiosa para ambos pues se retroalimentan y comunican.
Así, esta red permite que las plantas se ayuden las unas a las otras en el crecimiento y florecimiento, permite que se adviertan mutuamente de daños potenciales y, al igual que nuestro servicio de Internet, esta conectividad de hongos también es susceptible al terrorismo.
De hecho, algunas plantas, como el Fantasma de la orquídea, no tienen la clorofila necesaria para la fotosíntesis y deben absorber los nutrientes necesarios para la supervivencia. ¿Cómo lo hacen? a través de este sistema.
Conócelo más aquí, a cargo de una de sus principales descubridoras: