La historia dice que en diciembre del 2013, Zach Condon se encuentra en un hospital australiano. El líder de Beirut estaba por terminar una gira mundial de 3 años, y estaba sufriendo de problemas de salud derivados del cansancio y un divorcio complicado. Desde ahí decide cancelarlo todo y volver a casa en Brooklyn, lugar en el que era incapaz de escribir canciones.
Hasta que se enamoró. "Tener una presencia positiva como ella proporciona tanto una fuerza orientadora saludable como una luz brillante en todas las cosas negativas en mi vida. Definitivamente no estaría donde estoy ahora sin ella.”
Con ella se fue a Turquía el verano del 2014 y, a pesar de estar más recuperado, seguía sin poder escribir. “Me encontraba a mi mismo apagando mi celular, encerrado en mi local de ensayo solo por días", dice Condon, "y salir sin nada.” "Componía y descartaba material para álbumes enteros"
Así, con la espalda contra la pared, Condon comenzó un nuevo enfoque con nada más que una mente abierta y la camaradería musical de compañeros de banda Paul Collins (bajo) y Nick Petree (batería). Durante dos meses trabajaron creando las bases para lo que se convertiría en No No No.
Con dos semanas en el estudio en medio de uno de los peores inviernos que se tengan memoria en Nueva York, el álbum de repente comenzó a tomar forma. ¿Cuál será el resultado? lo conoceremos desde el 11 de septiembre. Más abajo, el adelanto homónimo: