Ayer terminó un fin de semana lleno de música en Los Angeles. Y para los detalles, te dejamos la crónica de Rafael Cebrian!
Lunes 25 de agosto.
El FYF entonó ayer el mea culpa por el desastre en la organización del Sábado. Dice el refrán que de los errores se aprende y esta claro que ellos aprendieron y reaccionaron a tiempo. En las 12 horas que pasaron entre la primera y la segunda jornada del festival, la organización consiguió solucionar el desmadre que ofuscó el arranque de su onceava edición. Como debe de ser, el desmadre esta vez lo puso la música en una tarde de domingo inolvidable por la calidad de los artistas presentados.
Llegué al festival a las dos de la tarde bajo un sol aterrador, pero el calor parecía no ser un problema para las más de diez mil personas que se encontraban en el festival a ese hora. La canadiense Jessy Lanza (de la cual soy una gran fan) y el grupo de “garage rock” Twin Peaks se presentaban a la misma hora en escenarios diferentes pero me decidí por ir a ver a los roqueros.
El grupo de Chicago es una de las sensaciones musicales este momento en Estados Unidos y quería comprobar a que se debe tanto revuelo. Los cuatro miembros de Twin Peaks tan solo rozan los veinte años de edad pero pese a su corta edad tienen un conocimiento del rock’n’roll fascinante. Son un grupo sólido, con carácter personal y con una propuesta musical sumamente eficaz. Sus canciones son cortas y directas, y sus melodías descaradas se te pegan al instante. Pero lo mejor es la energía que transmite el grupo desde el escenario: Tocan para divertirse y eso se contagia con el público. Si no se les sube mucho a la cabeza pueden llegar muy lejos en su carrera musical.
Pero para mí, la sorpresa del día la dio Benjamin Booker. Si no has oído hablar de este artista más vale que dejes de leer esto ahora mismo y te pongas a escucharlo. Nada más comenzar su set me di cuenta de que estaba frente a uno de los grandes artistas de los próximos años. El joven músico de Nueva Orleans dio una lección magistral de “blues-rock” desde su escenario en el FYF festival, combinando a la perfección el desorden del “rock” con el peso emocional del “blues”. Por ponerle algún pero a su actuación, me pareció que le falto dinamismo a su set porque acabo haciéndose un poco monótono. Pero esta claro que el talento de Benjamin Booker es enorme y esta a la altura de los grandes maestros.
Después de dos horas de rock’n’roll mis oídos pedían algo distinto. Me acerqué al escenario principal donde aparecieron Tanlines. Con este concierto, el dúo neoyorkino ponía punto y final a una gira de dos años presentando los temas de su famoso disco Mixed Emotions. Estuvieron bien, fue un concierto entretenido en el que no hubo mucho que destacar. Pese a los numerosos intentos del grupo para hacer bailar al público asistente, la gente no se arrancó. Posiblemente porque estaban guardando sus fuerzas para Blood Orange, uno de los platos fuertes del día que se presentaba justo después. La actuación del británico fue de lo más emotivo y visualmente estimulante del festival. Blood Orange crea un universo alternativo agradable en sus conciertos del cual, como público, hubiera deseado no tener que salir nunca y volver a la realidad. El artista británico estuvo de sobresaliente.
La noche cayó en Los Angeles y con ella llegó HAIM. Llevaba meses deseando ver en directo a las hermanas californianas y la verdad es que no defraudan. La diferencia entre su disco y sus directos es grande: Su álbum de debut (que por cierto ha arrasado en Estados Unidos) es una obra maestra del indie pop pero sus conciertos son una obra maestra del Rock. Y es que por momentos tuve la sensación de estar viendo a Metallica encima del escenario. No es broma. Se nota que es su primera gira y que todavía tienen cosas por pulir (guitarras y harmonías) pero este grupo tiene grandes canciones y en la música eso es lo que verdaderamente importa.
El festival echó el cierre con The Strokes, que ayer no estuvieron a la altura. Su actuación rozó la mediocridad. Parecía que tocaban desganados y consiguieron aburrirme. Lo único que los salvo fue el decidirse por tocar un set lleno de hits que el público cantó hasta entrada la madrugada.
Queda claro que a pesar de las dificultades en su arranque el pasado Sábado, el FYF de este año ha sido un éxito gracias al cuidado especial de la organización a la hora de elegir los artistas. Y es que mientras suene buena música, todo lo demás da igual.
¿Quieres sabes qué tal estuvo la jornada del sábado en Los Angeles?
Domingo 24 de agosto.
LA MUSICA COMO ANTIDOTO AL CAOS
El FYF Festival dio ayer Sábado 23 de Agosto su pistoletazo de salida por décimo año consecutivo, posiblemente con uno de los arranques más tumultuosos y caóticos de su historia. En su afán de seguir creciendo y de convertirse en uno de lo festivales más grandes de Estados Unidos, la dirección del FYF decidió cambiar de recinto este año y organizar el festival en el “Exposition Park” de Los Angeles: el lugar más absurdo en el que yo he visto celebrarse un festival de música. Y es que este año, la organización ha fallado estrepitosamente. El recinto es disperso e incoherente, y la distancia entre los cuatro escenarios es enorme.
El “L.A TIMES”, periódico local de Los Angeles, ha dado en el clavo en su edición de hoy usando la palabra “anarquía” para definir el primer día del festival. Desde el principio, la frustración se apoderó del público asistente que tuvo que hacer cola durante tres horas para poder acceder al reciento. Las colas continuaron en el interior del festival donde el tiempo se perdía entre ir al baño y comprar una cerveza. Lo que si es cierto es que una vez dentro, los fans se encontraron con un festival muy roquero y que sigue estando a la vanguardia de la música alternativa e independiente actual. Y fue la música el mejor antídoto para calmar la frustración de los fans.
(Foto: Los Angeles Times)
Di comienzo al día con ManMan un grupo ya habitual en los festivales alternativos de este país. Como de costumbre, su show fue un carnaval de rarezas en el escenario. Pero sin lugar a duda saben entretener al público y pase un rato divertido con ellos. Poco después les toco el turno a Real Estate. Hacía tiempo que tenía interés por ver a la banda de Nueva Jersey en directo y no me defraudaron. Suenan muy bien y a mi parecer son la definición exacta de lo que hoy en día debe ser un buen grupo de pop. Su set fue relajado y tranquilo aunque quizás por momentos les falto dinamismo encima del escenario, algo de lo que Albert Hammond Jr. va sobrado.
Confieso que no soy un gran fan de su proyecto en solitario. Es un guitarrista fantástico pero su voz nunca llego a cuajar en mí. Sin embargo ayer me sorprendió. A diferencia de su compañero Julian Casablancas, cuyo set posterior fue aburrido y decepcionante, el guitarrista de los Strokes estuvo enorme en el escenario principal del FYF.
A ritmo de rock’n’roll fue cayendo el sol en Los Angeles y se presentaron Little Dragon. Sonaron muy bien, quizás demasiado bien, en un concierto descafeinado que estuvo centrado en los temas de su nuevo disco “Nabuma Rubberband”. A veces no solo vale con tocar bien en directo sino que también hay que transmitir una cierta energía a un público que estaba ansioso por volverse loco con ellos. A mi me gusta mucho este grupo pero ayer me defraudaron y me quedé con ganas de más.
Como no podía ser de otra manera, la nota de calidad musical la puso Interpol que nunca defraudan. He perdido la cuenta de las veces que he visto a este grupo en directo y siempre dan la talla. La salida del grupo del bajista Carlos Dengler (uno de sus miembros fundadores) parece no haber afectado al grupo lo más mínimo en un concierto en el que mezclaron sus hits más famosos con temas de su nuevo disco “El Pintor”. Los neoyorkinos han añadido un teclista (a parte de un nuevo bajista) para sus actuaciones en directo y la verdad es que la nueva formación suena espectacular.
Interpol trajo la noche al FYF y todavía había energía para uno más. Con un público totalmente entregado, pero que no olvidaba el caos en la organización del festival, los franceses Phoenix fueron los encargados de cerrar este primer día en el FYF. Lo hicieron por todo lo alto con set en el que repasaron su grandes hits sin dejar a nadie indiferente. Un buen final para un mal comienzo.
Aquí también te dejamos la crónica de Rafael Cebrian, antes de llegar al FYF Fest 2014:
Sábado 23 de agosto.
Hoy arranca el FYF festival en la ciudad de Los Angeles. El tiempo acompaña (como suele ser habitual aquí en California) y la gente inunda las calles desde hace ya un par de días. Este año destaca en particular la gran presencia de europeos y australianos... Algo que era inimaginable hace una década, cuando a sus diez y ocho años Sean Carlson fundaba este festival como un evento local para promocionar a artistas locales.
Pero con el paso del tiempo el FYF ha ido creciendo de manera natural hasta el punto de convertirse en uno de los festivales más punteros del panorama nacional estadounidense. No solo su público es ahora internacional sino también su artistas; entre los cuales este año cabe destacar la presencia de los franceses PHOENIX, los suecos LITTLE DRAGON, el canadiense MAC DE MARCO y el británico BLOOD ORANGE.
El talento norteamericano tampoco se queda corto en este festival porque a los ya legendarios INTERPOL y THE STROKES se suman grupos emergentes como TWIN PEAKS y BENJAMIN BOOKER, que son en realidad diamantes en bruto por pulir.
A parte de la calidad musical de los artistas emergentes que presenta este festival, quizás lo más destacado del FYF es que pese a haberse convertido en los últimos años en un festival de masas, su alma sigue intacta. El FYF no ha perdido ese espíritu de comunidad local y de festival “pequeño” que muchos otros como Coachella o Lollapalooza ya no tienen: El primer objetivo del FYF festival es la música y no el negocio.